miércoles, 9 de mayo de 2012

Abandono.

Hay algunas cosas en la vida que no todas las personas pueden comprender. Por ejemplo, por qué algunos somos tan ingenuos como para dar dinero a la gente que lo pide en la calle;hay algunos que no pueden entenderlo, pero su incomprensión no acabará con nuestra ingenuidad. Doy dinero a la gente en la calle porque está en mi naturaleza hacer felices a otros, ayudar, eso es todo. No es porque espere algo a cambio, un buen karma ni que me den a mí si alguna vez llegara a necesitarlo, no, lo hago simplemente por hacerlo; no existe siquiera una razón lógica o algo que pueda explicar como tal, sólo lo hago.

Una de las cosas que es evidente e inevitable que las personas vean de forma diferente, es el abandono. No tiene en sí nada de particular, es sólo una cosa más de la vida y como todas las cosas más de la vida, cada quien tiene su peculiar punto de vista. No obstante, siempre habrá formas de valorar estos puntos de vista y, evidentemente es imposible valorar del mismo modo; no puedes tomar el punto de vista de una persona que no ha sido abandonada jamás de la misma forma que tomas el de una persona que ha sido abandonada constantemente.
Pero no estoy hablando del tipo de abandono superficial del que la mayoría de las personas se quejan, no; estoy hablando del tipo de abandono que realmente te cala en el alma, el tipo de abandono que te cambia como persona, que te hace crecer como un niño independiente. La clase de abandono que realmente marca tu vida. Porque no es lo mismo, que te deje tu pareja a que te deje alguien que "debió" estar ahí sin importar qué.
Tampoco es lo mismo que te abandonen después de un tiempo considerable de conocerte a que te abandonen sin siquiera haberte visto.

Sí, lo digo de forma muy personal. El abandono repercute de formas distintas en personas distintas. Lo personal es mi molestia hacia estas personas que creen que es lo mismo y duele igual o peor ser abandonado por la pareja en turno que por alguien que es esencial. Si hay algo que realmente desprecio de la humanidad, eso es el egoísmo; el egoísmo arrastra a tener los pensamientos más absurdos existentes.

Soy una cría bastarda. Estoy orgullosa de ello y no tiendo a quejarme de lo que ha sido (fue) de mi vida porque todo ello me ha hecho lo que soy hoy día; sin embargo, hay veces que los demás hacen y dicen cosas que, si bien no me hacen reaccionar al instante, después las pienso detenidamente y me digo a mí misma con mucha rabia "¿Qué diablos?"
Eso pasa cuando eres de lento asimilamiento.

Ayer veía una entrevista hecha a Eminem. Aquellos que conocen aunque sea en un mínimo la vida de Marshall sabrán ahora de dónde viene todo esto. Shady es un hombre al que la vida ha tratado como mierda y, aun así o por ello mismo, es lo que es hoy día.
El punto crucial de la entrevista, el que tocó mi corazón haciéndome recordar que está dolido y roto, el que me hizo reaccionar y recordar cosas en las que no pienso desde nunca y no me gusta tocar, fue la parte en la que le preguntan por su padre. Un padre al que nunca conoció.
Despreocupada e insensiblemente, el entrevistador le pregunta si no quisiera conocer a ese padre que le dejó a los seis meses de vida; Marshall responde que mucha gente le ha preguntado eso... El entrevistador obviamente no sabe que la respuesta es como un millón de veces más complicada que la pregunta, porque la respuesta conlleva un millón de emociones que la pregunta no. Haber sido abandonado por alguien que ni siquiera te conocía, que no sabía qué sería de ti; alguien que de algún modo siquiera te miró bien y que, para ti, no se tentó el corazón en marcharse, sin sentarse a pensar tres segundo cómo repercutiría eso en tu vida. Y si no se paró tres segundos a pensar en algo como eso, entonces tú inmediatamente puedes pensar que no se paró a pensarlo porque no le interesaba. ¿Qué pasa cuando no le interesas a alguien? Pues simplemente no le interesas; pero tú no entiendes eso cuando tienes tres años de edad.
¿Por qué papá no está? Todos los demás niños tienen padres, dos, ambos, pero tú no. Eso te hace diferente, por muy normal que tu puedas intentar ser.
Eminem dice que no, no le gustaría conocer a su padre. No porque él no lo entiende. No lo entiende porque él tiene hijas y no concibe cómo un padre puede dejar a sus hijos, porque él iría por sus hijas incluso si tuviera que cruzar todo el mundo; el iría por ellas aun si no tuviera dinero ni nada y tuviera que atravesar el océano. Marshall no concibe que un padre abandone a sus hijos sólo porque le va mal, porque él sabe lo que es ser abandonado, y también sabe lo que es que a alguien le vaya mal. Y él lo intentó, por todos los medios intentó que su vida y su familia funcionaran.

Cuando eres pequeño y tan raro como yo, no caes en el hecho de que has sido abandonado. No lo sabes hasta que, años después lo piensas detenidamente; entonces lo sabes... "Él ni siquiera me miró, no se detuvo siquiera a esperar saber cuál era mi nombre, a él le importaba bien poco cualquier cosa que tuviera que ver conmigo. A mí no me importa, todos estos años su ausencia no me interesó, pero... Dios, ni siquiera estuvo ahí el día de mi parto, ni siquiera me vio nacer y ya me había rechazado sin siquiera pensar en ello dos veces"
¿Cómo te sientes después de eso? Tú definitivamente fuiste abandonado a sangre fría, y siempre has sabido que eso tuvo repercusiones en tu vida, quieras o no, te importe o no, haya significado algo para ti o no.
De algún modo, el abandono se convierte en una maldición. ¿Qué puedes esperar si incluso tu padre, aquel que se suponía, debía ser tu sustento, te abandonó? No puedes esperar mucho.
Entonces se va creando alguna especie de escudo en ti, y te obligas a pensar que ser abandonado es normal, aún cuando te duele más que a los demás y cada persona que se va se lleva un poco de la normalidad y la necesidad humana que te queda. Porque todos se van, entonces no quieres depender de nadie.
Es de humanos depender de alguien, no importa si es para la más mínima estupidez, es de humanos depender; si no dependes de alguien, te quebras con mayor facilidad pero, como estás abandonado, ni siquiera eres capaz de notarlo.

¿Qué haces cuando las personas se van yendo de a poco y tú no te das cuenta? Una vez que lo notas, entras en pánico y la soledad se vuelve tan abrumadora que te consume como un enorme agujero negro. Luego, caes en la resignación.
Ninguno de los dos es un buen camino. Ni pudrirte en desesperación por saberte cada vez más solo, ni volverte de piedra porque "si yo no les importo lo suficiente como para no dejarme, por qué deberían importarme a mí". No, ninguno de los dos funciona porque no son buenos caminos, y repercuten en tu relación con el resto del mundo.
No puedes amarrar a las personas, es un pensamiento claro y brutal contra el que no tengo ninguna represalia, es simplemente que sería agradable que dejaran de marcharse. Porque tampoco yo concibo cómo es que la gente que "debería" estar ahí, se va con tanta facilidad.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Odio el nuevo estilo de blogger...

Y así es. Estoy completamente inconforme con la nueva imagen que tengo que mirar cada vez que quiero publicar o modificar algo (inserte ceño fruncido aquí).

¡Ni siquiera entiendo cómo puñetas se supone que funciona! D: