viernes, 20 de diciembre de 2013

sábado, 23 de noviembre de 2013

domingo, 20 de octubre de 2013

sábado, 19 de octubre de 2013

Jared on Living With Jensen: Eyecon2

Girl ask Jensen Ackles about fanfictions (legendado)

[Fisheye placebo] You are (not) free.

Estoy leyendo este cómic, "Fisheye Placebo", que para ser sinceros me llamó la atención por lo de Placebo y luego empecé a leerlo y MALDITO BUEN CÓMIC. No sólo porque el dibujo es de los mejores que he visto (tiene un estilo que me encanta, como inanimado y brillante al mismo tiempo), la historia en sí es como una enorme revolución cibernética en un mundo en el que la comunicación parece estar monitoreada y la mitad de las cosas que hacemos hoy día están prohibidas. No sé, quizá es por el caos, me encanta el caos, pero este cómic es estupendo.
Para mi desgracia, no está terminado y se actualiza lentamente, porque me imagino que hacer semejante trabajo no es cosa de dos minutos. Igualmente, salió este vídeo y flipo, señores, es tan genial como el maldito cómic.

martes, 3 de septiembre de 2013

lunes, 29 de julio de 2013

sábado, 20 de julio de 2013

Registro de la homosexualidad en la literatura contemporánea de México.

Necesito no perder esto así que vine a ponerlo aquí. Es una lista de algunos libros/textos/poemas/estudios/reportajes de literatura homosexual que saqué de una tesis que tuve que leer para mi clase de Investigación documental. No es sólo de México, hay de toda Latinoamérica y de algunos otros sitios.
Lo escribí todo muy rápido así que quizá tenga algunos errores y no está bien organizado, pero la idea es no perder la lista.

La década prodigiosa. 60's, 70's/ Pedro Sempere y Alberto Corazón.

El diario de José Toledo/ Miguel Barbachano Ponce

El vampiro de la colonia Roma/ Luis Zapata

Después de todo/ José Ceballos Maldonado

El desconocido/ Raúl Rodriguez Cetina [aparece con él el "chichifo"]

Melodrama, En Jirones/ Luis Zapata

José Joaquín Blanco, Luis Gonzales de Alba, Jorge Arturo Ojeda.

Los desfiguros de mi corazón/ Sergio Fernández

Violación en Polanco, Chin chin el teporocho/ Armando Ramírez

Una vida no velada/ Elías Nandino (biografía) escrito por Enrique Aguilar

->Crónica Urbana

POESÍA

La ciudad tan personal/ José Joaquín Blanco

Malas compañías/ Luis Gonzáles de Alba

Cuarenta y un lagartijos/ José Guadalupe Posada

Les:
Amora/ Rosamaría Roiffel
Dos mujeres/ Sara Lvi Calderón
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JOSÉ JOAQUÍN BLANCO
Los púberes canéforas
La región más transparente
Ojerosa y pintada
Función de medianoche

JOSÉ RAFAEL CALVA
Variaciones y fuga sobre la clase media
Utopía gay
El jinete azul

JORGE ARTURO OJEDA
Octavio
Censo de sueños
Hombres amados
El padre eterno
Cuidades

ARMANDO RAMÍREZ
"Pu" o "violación en Polanco"
Chin chin el teporocho

SERGIO FERNÁNDEZ
Los desfiguros de mi corazón
En tela de juicio
Segundo sueño

RAMIRO BONILLA SIERRA
La casa del arrayán
Susi, secretos del corazón
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Elías Nandino: una vida no velada/ Enrique Aguilar ~Erotismo al rojo blanco.

Ulises Criollo

PERIÓDICO: Unomásuno, Función de medianoche
Crónicas romanas

Después de todo/ José Ceballos Madonado

El desconocido/ Raúl Rodríguez Cetina

Bom crioulo/ Adolfo Caminha. Trad. por Luis Zapata

Escal-vigor/ Georges Eekhoud

La feria/ Juan José Arreola

TEATRO:
"El ritual de la salamandra" y "los gallos salvajes"/ Hugo Argüelles

Jesús Gonzáles Dávila, Oscar Liera y Tomás Urtusástegui
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La colmena/ Camilo José Cela

Gay and lesbian themes in Latin American Writing/ David William Foster

Flash back/Rodríguez Cetina

Hasta en las mejores familias/ Luis Zapata

Melodrama/ Luis Zapata

De pétalos perennes/ Luis Zapata

El homosexual y su liberación/ Dr. Weinberg

Valiente mundo nuevo/ Carlos Fuentes

Alberto Dallal, Fidencio Gonzáles, Carlos Chimal, Luis Arturo Ramos, Inés Arredondo, Jorge López Páez, Darío Galicia

41 o el muchacho que soñaba en fantasmas/ Paolo Po.

Los inestables/ alberto Tervel

LUIS GONZALEZ DE ALBA
Los días y los años (mov '68)
Y sigo siendo sola
El vino de los bravos
Poema: Malas compañías
Jacob, el suplantador

jueves, 18 de julio de 2013

viernes, 12 de julio de 2013

HOW TO TRAIN YOUR DRAGON 2

¡Sí señores! Y bueno, estoy en una etapa de ver todo lo que pueda encontrar, y me estoy viendo un montón de películas que tendría que haber visto hace mucho tiempo pero no lo había hecho, y una de las recientes fue "Cómo entrenar a tu dragón". Casi acabo de verla y hoy vengo y me entero que va a salir la dos y estoy tan enamorada que podría brincar de felicidad. Los dioses saben las razones de mi alegría, esa película es tan buena para mí que ni los dragones le faltaron.

¡Y entonces me encuentro con esto!

















¡¡AAAHHHHHH!!


¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!

Falta un maldito año entero, pero no es como si no estuviera esperando ya por otras cosas (como la película de Todas las cosas más simples, del cortometraje gay No quiero regresar solito), ¡un maldito año tiene que pasar deprisa por primera vez! O mejor que espere a que consiga dinero para todas esas cosas que se aproximan.

miércoles, 26 de junio de 2013

And took what they offered me

Terminé de leer una historia muy buena. Es probablemente una de las mejores historias que he leído desde que estoy leyendo cosas sobre hermanos e incesto.
¿Por qué? Bueno, casi en todos los fics que hablan sobre incesto, la gente que los escribe se olvida de que los personajes siguen siendo hermanos, y no hay ese trato de la historia desde la perspectiva de la hermandad, y esa es la única y verdadera razón de por qué leo incesto; porque tengo atracción natural por la hermandad. Me interesa demasiado, y me interesa demasiado ver cómo se transforma y cómo permanece cuando los hermanos transforman ese lazo permanente, total y eterno de hermanos en algo más, porque a pesar de cualquier otra relación que puedan tener, siempre, siempre van a ser hermanos.

Incluso después de que muere, un hermano es un hermano para siempre.

Y este fic trata esos aspectos a la perfección. Es perfecto. No encuentro un mejor adjetivo, es un fic perfecto. His Scarlet Ibis es definitivamente el mejor fanfic que he leído. Del fandom de Thor.
Probablemente pasen mil años antes de que vuelva a leer uno tan bueno.

Pero ya lo desahogué ayer con Deii. Lo que pasó fue que His Scarlet Ibis me hizo recordar cosas de cuando era pequeña, y tengo semanas pensando que es peculiar que en verdad recuerde, casi como humo, cuando andaba en andadera.
Era demasiado pequeña para tener recuerdos, pero lo recuerdo casi como si todavía anduviera en ella de aquí para allá, asustada de la velocidad que daba por momentos, cuando me emocionaba y quería correr.
Tengo muchos recuerdos de la infancia, y me di cuenta mientras leía que la mayoría de ellos eran con mi hermano; pequeños fragmentos de los lazos rotos y los otros pequeños que son como pegamento.
No importa lo que uno haga, un hermano es un hermano y está ahí toda la vida. No importa lo solo que te quiera sentir o que pienses que te sientes, si tienes un hermano, incluso cuando no está, es como saber que hay alguien en algún sitio con el que compartes 'algo'. No sabes qué, y tampoco sabes si es sólo que tienen 'la misma sangre' o es algo mucho más allá de eso.

Muchas personas toman la hermandad a la ligera, pero uno pasa más tiempo con un hermano que con los padres. Uno aprende más de un hermano que de nadie más.

Y tengo todos estos pequeños recuerdos, de cuando leía por las noches, de cuando iba al parque, cuando me enfermaba, cuando veía una película, cuando algo nuevo sucedía. Mi hermano está ahí en cada uno de ellos. Incluso recuerdo la primera vez que lo dejé solo en casa para ir con mi mamá a trabajar, porque nos turnábamos para acompañarla. Él estaba dormido porque eran las cinco de la madrugada y recuerdo que tuve el terrible impulso de echarme a llorar porque no quería dejarlo solo. No lo hice porque no sabía cómo explicarle a mi madre que, si yo me iba, ¿con quién iba a jugar él mientras yo no estuviera?
Un hermano no es una persona más que llega, un hermano es alguien con quien compartes media vida, te guste o no te guste hacerlo.

Siempre recuerdo pequeñas cosas que probablemente deberían ser insignificantes y no tengo ningún motivo racional para recordarlas, en muchas de ellas no es que haya aprendido algo como para que no se borren de mi mente, simplemente se quedan ahí. Quizá no en la mente sino en el alma, que puede almacenar todas mis vidas pasadas.

Por ahora me encuentro enferma, de esas enfermedades que parece que no son enfermedades pero que sí lo son, y te joden de algún modo. Y probablemente me acuerde de esto durante mucho, mucho tiempo.


Steve Forrest and Jeff Leach on TotalRock - Podcast + New Planes song -...

Steve Forrest ( Placebo ) Interview part 2

miércoles, 15 de mayo de 2013

Fondo de Cultura Económica

Fondo de Cultura Económica

La novela hispanoamericana del siglo XX : una vista panorámica
Brushwood, John Stubbs

viernes, 5 de abril de 2013

Soy.


“Soy gay”, dijo, y no esperó que los rostros de las personas se tornaran rosas como el humor de los antros, cargado de drogas.
“Soy gay”, dijo, y sabía que los arcoíris no iban a comenzar a servirle de tapetes, porque lo único de colores que tenía era su bandera en las marchas y el rostro rojo de furia de su padre.
“Soy gay”, dijo, y salió a la calle a mostrarle al mundo que no estaba asustado, con las rodillas temblando y las lágrimas en los ojos.
“Soy gay”, dijo, y aguantó que lo golpearan en un callejón porque nadie llegó a defenderlo.
“Soy gay”, dijo, y el otro hombre lo miró con una ceja alzada antes de lanzarse sobre él en busca de un poco de sexo rápido. Y no pudo decir que no, porque era gay y, ¿eso hacen los gays? Nadie dijo que no.
“Soy gay”, dijo, y quiso tragarse sus palabras porque estaba cansado de limpiarse los escupitajos de sus compañeros de trabajo.
“Soy gay”, dijo, y no tenía SIDA pero el médico no lo quiso atender.
“Soy gay”, yo no elegí serlo pero aquí estoy, ¿cuánto más cuesta defender lo que uno es?
“Soy gay”, y quisiera poder cuidar de un niño que se encuentra solo, pero nadie se lo permitió.
“Soy gay”. Tenía sólo seis años y ni siquiera sabía lo que significaba, sólo que debía encajar ahí. Que debía encajar ahí porque alguien le dijo que lo que a él le gustaba y como él se sentía se llamaba “homosexualidad”. Su mamá le pegó en la boca para que no dijera estupideces, pero las estupideces no pudo dejar de sentirlas. Era gay.

Soy pansexual. 

viernes, 15 de marzo de 2013

Quién soy hoy.

Podrían decir que ya estoy bastante grande para tener preguntas existenciales, pero sinceramente creo que nunca se es lo suficientemente mayor para no saber quién eres. Probablemente hay más gente en el mundo que no sabe quién es, que la que está tranquilamente aceptándose a sí misma y diciendo "soy esto de ahora y estoy bien".

Claro que no es lo mismo saber quién eres y aceptarte. Pero es mucho más fácil aceptarte si descubriste quién eres.
Quizá es el frío que se plantó sin avisar y en plena primavera, si es que no me equivoco y todavía estoy pasando por los rastros finales del invierno. Deja una tajada helada que se le cuela a uno en los huesos y lo hace sentir enfermo y sin ganas de moverse. ¡Oh, el frío, hermoso frío! Que me hace recordar que nunca es tarde para preguntarse quién soy hoy. ¿Con cuál de todos nosotros vamos a encontrarnos hoy? ¿Por qué no me apetece encontrarme hoy? ¿Por qué no sé quién soy hoy? ¿Y si mañana me despierto y no lo sé todavía? Si después de hoy todavía no decido quedarme con ninguna de mis partes y prefiero seguir buscando a ciegas porque ya no estoy en comodidad con lo que era, soy o pretendo ser. ¿Cómo se supone que pueda saberlo?

Bueno, si no se puede, debería por lo menos respirar y leer un libro, pero, ¿dónde meto toda esta melancolía? Llorando entre las páginas a veces no es lo suficiente. Como una canción interminable o una hoja a la que no logras dar la vuelta. Un capítulo que mata al personaje de forma lenta, como para darte esperanzas y después arrancarte el aliento de cuajo.

No me siento bien hoy. Cuesta respirar y no creo que sea sólo el frío; es que descubrí una parte de mí a la que nadie acepta y que llora y llora para poder salir a la luz mientras yo le digo que espere, sólo un poco, un poco más. No quiere esperar, quiere saber que puede ser libre y ya se cansó de vivir alimentada de esperanzas que parecen demasiado lejanas. Tal vez simplemente no dejo salir al Ser que realmente soy, demasiado rodeada de falsos yoes que se acumulan para darte forma, una forma que es mucho más lógica que aceptar que no eres tú, que para ser tú te falta tanto que te cansas de sólo pensarlo. Estoy demasiado lejos y no se me permite caminar en la dirección adecuada. ¿Por qué tenemos que estar tan amarrados?

Simplemente hoy no sé quién soy. Simplemente hoy sé que no sé quién soy en realidad.
Sé que soy libre y que si sigo amarrado es porque así lo quiero. Sé que aquí estoy y es todo lo que tengo, también todo lo que necesito. Pero no sé quién soy hoy.
Aquella a la que no dejo sentarse en un rincón a media luz a terminar de leer un libro de hojas amarillas que me arrastre a mundos que no podría siquiera tocar con la punta de los dedos, con una botella llena de agua a un costado y silencio sepulcral que sólo rompa el tiritar de mis nervios ante el frío. ¿Dónde quedó mi silencio? El frío lo extraña tanto.


domingo, 27 de enero de 2013

Siempre es mejor el papel.

Siempre. No hay persona tal que sea capaz de soportar lo que el papel soporta. No hay persona tal capaz de escuchar y tragar todas las estupideces que uno tiene para decir.
A veces me altero, justo como ahora; necesito constantemente que alguien me escuche, que alguien me preste su atención. Necesito a alguien para mí.
Y no porque me guste llamar la atención, simplemente porque tengo muchas cosas que decir y, ¿conocen esa sensación de pensamientos sin límite revoloteando por tu cerebro? La tengo constantemente, todo el tiempo, todo el tiempo. Y esa sensación a veces hace que te ahogues, que te frustres, que te estreses.

No puedo vivir sola con mis ideas, son demasiadas.
Y me siento desde que tengo memoria, a escuchar todo lo que las demás personas tienen que decir, pero cuando se me ocurre abrir la boca, no ha faltado, ninguna de las veces, esa impresión de que la persona con la que hablo simplemente no tiene interés en nada de lo que le estoy diciendo.

Puedo decir muchas cosas. Algunas son interesantes, otras no. Otras veces es simplemente por el placer de hablar, porque me gusta hacerlo, porque necesito hacerlo. A veces me gusta permanecer callada, y son esas las veces que alguien espera que diga algo.
Las personas nunca están de acuerdo conmigo. Para ellos, mis temas de conversación van cada vez más careciendo de interés, pero si tienen algo que decirme, entonces esperan que esté ahí. Y estoy. Siempre estoy porque me gusta escuchar, me gusta saber que estoy siendo útil para alguien, sólo porque sí.

Quisiera decir que no necesito que me escuchen, pero sería definitivamente una total mentira, por eso el papel es siempre, siempre mejor que las personas. El papel me escucha. Las páginas en blanco están ahí siempre para mí, esperando todo lo que sea que quiera darles.

No siempre tengo ganas de escuchar, no siempre tengo ganas de estar ahí para alguien, pero no creo que a esas personas les importe, pero por fin he decidido que no estaré si no me siento capaz de estar.
Y egoístamene quisiera que hubiera alguien para mí. Encontrar alguien que no se canse de escucharme, o que por lo menos que no me mire y se dirija a mí como si mis conversaciones fueran incoherencias irrelevantes. Alguien que entienda cuando sólo necesito un abrazo en silencio y cuando estoy hablando en serio. Que no todo lo que digo son bromas y que también quisiera ser escuchada como si lo que digo es importante, sin fingir, por lo menos de vez en cuando.
Por eso ya no hablo con las personas.

domingo, 13 de enero de 2013

Sometimes I want to disappear.

Cada domingo cultivo mi alma. Cosa que a nadie le importa porque nadie lo entiende, no es mi problema, es lo que yo hago y no le debo explicaciones a nadie.
Los religiosos hablan de Dios y sólo los ateos los tachan de dementes. A mí no me comprenden los unos ni los otros, pero nosotros hemos decidido seguir nuestro propio camino, el que debamos encontrar por nuestra cuenta. Es triste saber que haya quien ha leído a Hermann Hesse y aún así no comprenda ni un poco de lo que siento.

Cada domingo mi casa debe estar limpia en la mayor cantidad posible. Estoy cansada de que se me infravalore, pero he llegado a la conclusión de que no estoy aquí para que nadie me valore; tampoco estoy aquí para enseñar nada a nadie, porque no ha habido en mi camino alguien que realmente quiera aprender de mí. No estoy loca. La diferencia entre los locos y nosotros, es que nosotros sabemos lo que hacemos. Sabemos que hacemos algo. Queremos alcanzar nuestra individualidad. Y necesitamos dejar de pensar tanto en todo lo que estamos haciendo, porque a veces creo que hago lo que hago siempre con un propósito, y tanto pensar en ello hace que lo que hago realmente parezca tener un propósito avaro cuando en un principio no era así.

No necesito explicar lo anterior a nadie, quizá sólo lo digo porque nosotros mismos no hemos terminado de asimilarlo y entenderlo, porque todavía no estamos listos para ver todo con el alma y usar menos la mente.
Es cansado que a uno lo infravaloren. A veces me dan muchas ganas de llorar, y es más doloroso cuando lo hace alguien que no esperabas que lo hiciera. Estoy acostumbrada a que lo hagan; pero aún tengo la esperanza de que ciertas personas no lo hagan. Cuando te quiebran las esperanzas es cuando te flaquea la voluntad y te ganas las lágrimas. Estoy cansada, y soy demasiado joven para estar cansada.

Estoy olvidando todo. No sé qué entra en "todo" de lo que estoy olvidando, pero mi memoria es más y más mala cada día, por eso trato de convencerme de que no es tan mala y definitivamente estaremos bien. No lo sé, sólo estoy dejando correr las situaciones, todavía no sé cuál es mi destino, sólo sé que será largo. Lo presiento largo, largo y con muchas piedras.
Estoy demasiado cansada como para soportar un destino largo, pero no importa si nos toma de rodillas, seguiremos andando.

Hoy entré en pánico.
Me di cuenta de lo inseguro que se siente uno cuando no tiene el control de lo que se supone que debería tenerlo. Simplemente no poder entrar a mí cuenta me ha puesto de mal humor. No quiero estar de mal humor, pero es difícil, porque tenemos presente la poca cantidad de cosas de las que creemos que tenemos el control, y cuando perdemos el control de esas pequeñas cosas de las que creemos que podemos tenerlo, el pánico es inminente. Luego me puse triste, porque la incertidumbre me pone triste. Claro que eso fue después de que quise mandar todo a la mierda, pero las cosas no son así de fáciles, porque tengo demasiado apego por las pequeñeces que me hacen sonreír aunque sean superficiales. No quiero tener apego a las cosas superficiales. Pero igualmente necesité de venir a asegurarme de nuevo para poder calmarme, y eso no significó que el pánico se hubiera ido. Me resta encogerme de hombros.

Les dejo una canción. Respiren, acuerden que están vivos.